Mientras Ye Wanwan pasaba por un pequeño bosque de camino al dormitorio, de repente apareció una figura de la nada, casi asustándola hasta la muerte.
Su primera reacción fue tocar su rostro.
Por suerte, esta vez había sido muy cuidadosa. A pesar de que ya era tarde en la noche, se aseguró de ponerse una capa de maquillaje como si fuera a actuar en una película de terror para evitar que ocurriera de nuevo un incidente similar al de Si Xia. Estaba a salvo.
Cuando esa persona la notó, era evidente que estaba en un shock mayor que el de ella.
Escuchó claramente el respiro sorprendido de esa persona.
Avanzó unos pasos. Bajo el resplandor de las farolas, Ye Wanwan logró ver el rostro de la otra persona.
—¿Si Xia...?
¿Qué hace este tipo aquí en medio de la noche?