—Al escuchar el tono protector de Ye Wanwan, un calor envolvió el corazón de Jiang Yanran y sonrió:
— ¡Esta es la primera vez que me doy cuenta de que eres tan astuta!
¡Shen Mengqi ni siquiera sabe que la han ridiculizado y realmente creyó que Ye Wanwan es tonta!
—Gracias por el halago~ ¡Eh! ¡Mira! ¡Chu Feng! —Los agudos ojos de Ye Wanwan captaron al guapo chico saliendo del área de descanso.
Todo lo que vio fue a un chico con una camiseta de baloncesto azul y blanca, cabello castaño oscuro, naturalmente ondulado y corto, y una cinta alrededor de su frente; sus músculos expuestos eran definidos pero no exagerados, y su excelente apariencia era inusualmente llamativa entre el grupo de chicos.
—¡Ah ah ah! ¡Chu Feng! ¡Ese es el senior Chu Feng! —exclamaron.
—¡El senior Chu Feng es tan guapo! —comentaban las chicas.
Los estudiantes de los cursos inferiores no podían contenerse y ya estaban gritando; incluso algunas chicas de Qing He estaban chillando.
