Bai Youyou bufó con desprecio. Justo cuando estaba a punto de decir algo, su mirada de repente se congeló. Su rostro se volvió sombrío y sus ojos se llenaron de odio. Apretó los dientes y gritó —¡Shen Hanxing!
Shen Hanxing llevaba el uniforme de la Escuela Secundaria Si Cheng, mostrando un par de piernas rectas y esbeltas. Su largo cabello caía sobre su hombro, y su mirada era casual e indiferente mientras observaba a Bai Youyou. Se veía fría y salvaje. Su belleza era impresionante.
Al ver a Shen Hanxing así, el corazón de Bai Youyou casi se enloquece —¡Zorra! ¿Te estás burlando de mí? ¿Te parece divertido? ¿Estás orgullosa?
—¿De qué hablas? —Shen Hanxing miró a Bai Youyou inexpresivamente—. Estoy aquí para ir a la escuela, no para escuchar los chismes de tu familia. ¿Esta mujer estaba delirando? Todas sentían que alguien se burlaba de ellas, sin embargo, pensaba que era una reina y que todo el mundo se preocupaba por ella.