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—Youyou, Bai Ling te está hablando —la señora Bai no pudo evitar fruncir el ceño. Empujó suavemente a Bai Youyou y la regañó—. Oye, ¿por qué estás soñando todo el día y nos ignoras...?
—Mamá, está bien —Bai Ling parecía más preocupada. Agarró la mano de la señora Bai y negó con la cabeza suavemente—. Hermana ha estado de mal humor últimamente. Está bien. No la regañes.
—¡No estoy de mal humor! —El rostro de Bai Youyou se volvió sombrío al instante cuando escuchó la palabra. Dijo fríamente:
— Estaba pensando en los planes para dentro de un rato y no escuché lo que decían. Nunca he estado de mal humor. ¿Entienden la situación? Si no entienden la situación, entonces dejen de suponer cosas —su tono era insoportablemente duro. Bai Ling se mordió el labio. No sabía por qué su hermana se había vuelto así.
