Después de docenas de golpes, Shen Hanxing se sintió un poco cansada. Tomó el pañuelo que estaba a su lado y se limpió lentamente las manos. Advirtió—Zhuang Li, no te sobreestimes.
Shen Hanxing soltó una risita y tiró el pañuelo al basurero. Bajó la cabeza y encontró la mirada de Zhuang Li. Como si estuviera mirando a la basura, dijo—¡Te golpearé de nuevo si vuelves a hacer esto!
—¡Shen Hanxing, solo espera! —El cuerpo entero de Zhuang Li estaba en dolor. Luchó por levantarse y rugió—¡Nunca te lo perdonaré!
—¿Perdonarme? —Shen Hanxing sonrió burlonamente. Avanzó y agarró a Zhuang Li por el cuello. Lo presionó contra la pared y advirtió—Guarda esto para ti. Si te atreves a provocarme de nuevo, ¡nunca te lo perdonaré!
¿Quién se creía Zhuang Li que era? Ya no era el alto y poderoso heredero futuro de la Corporación Zhuang. Ni siquiera podía obtener el derecho a heredar la Corporación Zhuang ahora. Él era solo el segundo joven maestro de la familia Zhuang.
