—Ji Yan dijo que era para Shen Hanxing, pero su gran palma apretaba el borde de la invitación con fuerza, como si quisiera romperla en pedazos. Obviamente, no quería mostrársela a Shen Hanxing.
Al ver que las palabras de Ji Yan no coincidían con lo que decía y que parecía un poco infantil, Shen Hanxing sintió que era tanto adorable como un poco gracioso. El rostro de Ji Yan era guapo, y un amenazador aire de nobleza en él daba rápidamente a las personas una sensación de opresión. Tal persona debería ser elevada y majestuosa como un dios, pero Shen Hanxing sentía que era incomparablemente adorable. No pudo evitar estirar su dedo y tocar levemente la mejilla de Ji Yan. Las líneas de su rostro eran marcadas, y no había mucha carne blanda en su rostro. No era lo suficientemente elástico para tocar.
Ji Yan miró a Shen Hanxing. Sus espesas pestañas parpadearon levemente dos veces, y se sintió agraviado. Shen Hanxing carraspeó con culpa y cambió el tema:
