```
Su vestido mojado aún estaba pegado a su pierna. Ella podía incluso oler el débil olor a orina en su cuerpo. Había derramado demasiadas lágrimas hoy, y sus ojos estaban un poco secos. Su rostro estaba especialmente tenso en el viento frío. Había pasado por tanta humillación hoy, y no sabía cómo enfrentarse a sus compañeros de clase mañana. ¡Su padre biológico ni siquiera la había consolado y hasta la había forzado a renunciar a su habitación!
—¡No estoy dispuesta, aunque muera, no lo haré! —gritó Shen Sisi—. ¡Tú no eres mi padre, no tengo un padre como tú!
La ira brotaba desde el fondo del corazón de Shen Yong.
—¡Paf!
De repente, levantó la mano y abofeteó a Shen Sisi.
—¡Bastardo, te atreves a contestarme? —dijo amenazante.
Shen Yong estaba furioso. Miró fijamente a Shen Sisi y la regañó:
—¡Gasté tanto dinero en criarte, no deberías ir en contra mía!