—¡Suéltame! —gritó Shen Sisi—. ¡P*rra, cómo te atreves a tratarme así! ¡Nunca se había sentido tan humillada! Siendo ridiculizada frente a tantas personas, no quería más que encontrar un agujero donde esconderse.
—Shen Sisi, te aconsejo que te comportes —Shen Hanxing apartó su mano fríamente. Luego, se burló—. De lo contrario, temo que no podré controlarme y te golpearé hasta que ni tu madre pueda reconocerte. Además, no hace falta que te disculpes —Shen Hanxing parecía haber pensado en algo. Curvó sus labios, pero no había ni un atisbo de sonrisa en sus ojos claros y negros—. Nunca he entendido lo que significa dar un paso atrás. ¡Solo conozco el ojo por ojo, diente por diente!