—Está bien, profesor Xu. No me importa lo que dijeron —respondió ella.
—Es mi culpa por no haberlo manejado correctamente, así que terminé causándote todos estos problemas. No te preocupes, no dejaré que difamen tu nombre —dijo enojado el profesor Xu Jinhe—. ¡Estas personas no saben nada y solo dicen tonterías en Internet. No tienen idea de cuánto has contribuido al proyecto para el lado oeste de la ciudad!
Shen Hanxing estaba a punto de decir que no había contribuido mucho, pero antes de que pudiera abrir la boca, él colgó. El Profesor Xu realmente tiene un gran temperamento... Shen Hanxing sacudió la cabeza sin poder hacer nada.
—He pedido al departamento de publicidad de la compañía que suprima las noticias virales —dijo con voz profunda Ji Yan—. También pediré al equipo legal que preserve las pruebas. Estas personas que dicen tonterías y te atacan personalmente no podrán escapar.
