La sonrisa en el rostro de Cheng Songyang se volvía aún más tierna. Pensó casualmente que esto era demasiado fácil. En un instante, ella ya había caído en su trampa. Shen Sisi y Shen Hanxing tenían el mismo apellido y padre, pero su inteligencia era enormemente distinta. Era difícil imaginar que estas dos fueran hermanas biológicas.
Justo antes de salir del Hotel Jinhai, Shen Sisi de repente vio un par de figuras familiares. Ella tiró del brazo de Cheng Songyang con vergüenza y preguntó, —Eh, de repente me siento un poco incómoda y quiero ir al baño. ¿Puedes esperarme un momento?
Cheng Songyang asintió comprensivamente. —Claro, si necesitas ayuda, dímelo.
Después de experimentar el trato brusco de Zhuang Li, Shen Sisi estaba especialmente conmovida por la gentileza de Cheng Songyang. Un calor inundó su corazón, y asintió emocionalmente, —Claro, solo quiero ir al baño. No te preocupes.