Sin siquiera mirar la cara del Maestro, podía sentir el frío que emanaba de él.
El grupo de personas marchó hacia el edificio. Nadie se atrevía a levantar la cabeza.
Gradualmente, Bo Jinchuan detuvo su marcha.
Su rostro estoico tenía un profundo ceño fruncido y el frío que emanaba de su cuerpo era intenso.
Yu Song levantó la vista confundido y vio a dos personas enredadas.
—Señorita, realmente está equivocada —esa voz familiar y ese rostro familiar...
¡Dios mío, Señorita Shen!
—Mi amor, mi héroe, mi príncipe, quiero casarme contigo —mientras hablaba la mujer seductora con cabello dorado y ojos azules, sus voluptuosos ojos se restregaban deliberadamente contra el brazo de Shen Fanxing.
¡El cuerpo de Yu Songhu tembló!
¡Maldita sea!
¿Qué estaba pasando?
¿Por qué estaba la Señorita Shen aquí?
¿Por qué esa mujer parecía como si quisiera besar a la Señorita Shen aquí mismo en el vestíbulo?
—Señorita, yo... ¡Yo no me gustan las mujeres! —a todos les cayó el veinte.
