—¡Reunámonos con la familia Su esta noche y discutamos tu matrimonio! —Shen Qianrou estaba encantada, pero un momento después, apareció una expresión preocupada en su rostro.
—Pero he estado así recientemente. ¿No querrá Hermano Heng... que el Tío y la Tía estén descontentos ahora...? —¿Qué piensas? Eres una figura pública. ¿Qué importa si hay un escándalo? Además, la familia Su tiene que depender de ti para ganar la Competencia Internacional de Fragancias. ¿De qué están descontentos?
¿La Competencia Internacional de Fragancias?
—Shen Qianrou entrecerró los ojos y un destello de resentimiento atravesó su mirada.
—¡Sí, también estaba la Competencia Internacional de Fragancias! —Al ver la noticia de que Ji Yi se había convertido exitosamente en la portavoz de una conocida marca internacional, Shen Qianrou apretó los dientes y cerró sus puños con fuerza. Estaba llena de ira y celos.
