—¡Vale! Comamos con Gran Hermano... Cuñada —Fanxing frotó su nariz contra la cara de Wanwan con afecto.
—Claro... Wanwan, ¿qué quieres comer?
—¡Carne! —Su voz clara y juvenil atrajo la atención de todos. ¡Al mirar la adorable cara de Wanwan, se les derritió el corazón!
—¡Es tan linda!
—¡Ella dijo que quiere comer carne. Jaja, por qué es tan linda! —Cuando mi pequeña jefa viene a cenar, ¡toda la familia se preocupa hasta morir! —Sang Yu miró a Wanwan sin poder hacer nada—. No puedes comer solo carne, Wanwan, también tienes que...
—Comer verduras... ¡Y arroz! —La respuesta educada y sensata de Wanwan era en verdad adorable. Incluso Sang Yu tuvo que admitirlo.
—Está bien, todavía es temprano. Vamos de compras... —¡Vale! —Así que las tres volvieron a ir de compras.
—Shen Fanxing giró la cabeza y le preguntó casualmente a Sang Yu—. Por cierto, ¿sabes hornear?
—Sang Yu la miró y Shen Fanxing continuó: