Shen Fanxing podía decir naturalmente que el Viejo Maestro Pei estaba inquieto. Tras reflexionar un momento, levantó la mano para recogerse el cabello en una coleta.
Comparada con la elegancia intelectual que había exudado antes, su coleta la hacía ver más inteligente y aguda.
No se la consideraba alta entre las mujeres. Pero era delgada, y sus facciones eran exquisitas y delicadas. Llevaba un maquillaje ligero y su cabello estaba recogido ordenadamente. Permanecía estoica.
Su única y fuerte aura no podía ser ignorada. Con solo un cambio de peinado, su entera aura se elevó instantáneamente. Se veía distante y fresca como la escarcha matutina.
El Viejo Maestro Pei acababa de ver la representación de la ópera de Mu Guiying, la guerrera. Había sido testigo de lo capaz que era Mu Guiying como heroína. La valentía y compostura de Shen Fanxing hicieron que sus ojos se iluminaran.