—No… —Shen Fanxing estaba confundida sobre qué decir—. Puedo hacerlo yo misma...
Bo Jinchuan resopló fríamente y se fue de su lado.
Las luces de la habitación se encendieron y Shen Fanxing entrecerró los ojos. Se sentó y giró para observar al hombre que estaba parado en la puerta. Llevaba un traje impecable y exudaba un aura fuertemente abrumadora.
Shen Fanxing se mordió el labio mientras se sentaba en la cama. Se pasó la mano por el cabello y miró por la ventana hacia el cielo nocturno. La luz de la luna brillaba débilmente, mientras las sombras moteadas de los árboles se dispersaban por la ventana.
La habitación quedó en silencio.
Después de un rato...
La suave voz de Shen Fanxing sonó:
—Es mi culpa haber descuidado tus sentimientos... —Pestañeó y giró la cabeza en dirección a la ventana—. Este asunto... —Shen Fanxing hizo una pausa y tragó el nudo en su garganta antes de continuar lentamente:
— Es demasiado vergonzoso. Bo Jinchuan, este asunto... es demasiado humillante...