Justo cuando el Bugatti de Su Heng se marchaba, un Volkswagen CC negro se detuvo con firmeza en medio de la alfombra roja.
Shen Fanxing se agachó para ponerse los tacones altos que había quitado para conducir más cómodamente, antes de abrir la puerta del coche y salir.
Llevaba un vestido largo de color champán y su cabello negro y rizado caía sobre sus hombros. ¡Se veía elegante y compuesta!
—¿Qué? ¿Volkswagen? ¿Incluso condujo hasta aquí por sí misma? ¿Quién es ella?
—Ah, ¿no es ella la hermana de Qianrou que siempre la está acosando? Después de romper con el presidente Su, ¿se ha vuelto de tan baja clase? El vestido que lleva probablemente solo costó unos cientos de yuanes en una tienda en línea, ¿verdad?
—El presidente Su y Qianrou están justo delante de nosotros... Oh Dios mío, esto es tan embarazoso. La princesa y la mendiga... ¡Qué contraste tan llamativo!
