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La expresión de Jiang Rongrong se ensombreció. —¿Parece que estás decidida a ser caprichosa?
Shen Fanxing resopló fríamente. —¡Si no hubiera sido tan caprichosa y obstinada, habría muerto hace mucho tiempo!
Todos esos años, ¿quién había pensado en ayudarla?
Jiang Rongrong entrecerró los ojos y estudió profundamente a Shen Fanxing. La confianza de Shen Fanxing la hacía creer.
No le había prestado atención antes, pero después de la fiesta de aniversario, no pudo ignorarla.
Era joven, pero maquinadora, y sus métodos no podían subestimarse.
Justo como su madre, su sangre parecía fluir con arrogancia y ostentación. No importaba la ocasión, siempre se mostraba tan confiada y poderosa.
No estaba en contra de que tuviera una personalidad tan fuerte e independiente. Al menos no arrastraría a la compañía hacia abajo con sus capacidades.
Pero no, la familia Shen ya tenía a Qianrou.
