—La voz profunda y fría de Bo Jinchuan sonó.
—Shen Fanxing abrió la puerta y respondió:
—Estoy en la estación de televisión.
—¿Por trabajo?
—Sí, hay una grabación esta mañana.
—Bo Jinchuan se quedó en silencio por un rato antes de preguntar:
—¿Y en la tarde?
—Voy de compras con Qingzhi en la tarde.
—¿Me vas a dejar pasar el fin de semana solo?
—La voz de Bo Jinchuan era distante, lo que le dio a Shen Fanxing un dolor de cabeza.
—¿Estaba enojado otra vez?
—Volveré temprano. ¿Te preparo la cena?
—Bo Jinchuan escuchó la cautela en la voz de la mujer y sus labios se curvaron hacia arriba.
—Está bien, te daré esta oportunidad para que te redimas.
—Shen Fanxing se quedó sin palabras...
—Mandaré a Yu Song a enviarte una tarjeta más tarde, se me olvidó.
—De hecho, cuanto más rico se es, menos se desea.
—Porque las marcas de edición limitada, los autos de lujo y las mansiones estaban todos a su alcance fácilmente. No había valor en perseguirlos.