El rostro de Su Heng se puso pálido al instante y su agarre sobre Shen Qianrou se tornó más tenso. Su mirada siguió la figura que se alejaba de Shen Fanxing por mucho tiempo después de que ella dejó el escenario.
Shen Qianrou podía sentir claramente el cambio en su comportamiento. Se mordió los labios con fuerza y luchó por salir del abrazo de Su Heng. Tropezó al bajar del escenario y le gritó a la espalda de Shen Fanxing.
—¡Hermana! El amor no puede ser forzado. Hermano Heng siempre ha luchado con dolor y yo me siento culpable hacia ti. Todos estos años, siempre he querido ser honesta contigo… Lo siento, es toda mi culpa. Así es, no pude controlar mis sentimientos, soy yo...
—¡Basta, Qianrou! No digas más. ¡Es mi culpa! He decepcionado a Fanxing. ¡No tiene nada que ver contigo!
—No, Hermano Heng, soy yo, soy toda yo...
Su Heng avanzó rápidamente y atrajo a la sollozante Shen Qianrou hacia su abrazo otra vez. Su rostro reveló su dolor y culpa.