La mirada de Song Hua se posó en el rostro de Qiao Nian y resopló. —Qiao Xin siempre ha tenido en cuenta que tú eres su hermana mayor, por eso siempre te ha tolerado, pero no puedes pasarte. No puedes seguir abusando de ella solo porque es amable. Si hoy no te disculpas con ella, ¡ni siquiera pienses en dejar este lugar!
Todos miraron a Qiao Xin con simpatía. Todos creían que Qiao Xin a menudo también cedía ante Qiao Nian en casa.
Qiao Xin se secó las lágrimas con un pañuelo de papel y dijo con dulzura, —Tío Song, es bueno que la verdad de este asunto ya haya salido a la luz. Por favor, no culpes a Hermana. Ella no lo hizo a propósito.
A los ojos de la multitud, Qiao Xin parecía extremadamente lastimosa. Ella era la hermana menor, sin embargo, tenía que ser constantemente magnánima y ceder siempre ante su hermana mayor, Qiao Nian. ¡Esta joven era realmente un alma amable y comprensiva!
