—Presidenta Fang, ¿qué está haciendo? —exclamó el Asistente Especial Liu, empujando la tarjeta de vuelta a las manos de Fang Liguo con fuerza.
Imperturbable, Fang Liguo persistió, intentando devolver la tarjeta al Asistente Especial Liu. Eventualmente, la tarjeta se les escapó de las manos y cayó al suelo, llamando la atención de todos los presentes.
—Presidenta Fang, está intentando sobornarme abiertamente. ¡Esto podría costarme mi trabajo! —bufó el Asistente Especial Liu.
—Asistente Especial Liu... —Fang Liguo trató de explicar, pero el Asistente Especial Liu lo sacudió y se apresuró tras Wu Di, ansioso por distanciarse de Fang Liguo.
—Asistente Especial Liu, espérame... —Fang Liguo ignoró su propia vergüenza, recogiendo la tarjeta bancaria del suelo y corriendo tras ellos. Al notar que ya habían abordado su auto y se habían ido, se apresuró a llamar a un taxi y le instruyó al conductor:
— Sigue a ese carro de adelante.
Dentro de la sala privada en Restaurante Ocho.