Cheng Mohan preguntó:
—¿Quieres darle un bono a mi hermana?
—¿Hermana? —Ruan Nuo se sorprendió—, preguntándose si había escuchado mal. ¿Podría la Presidenta Fang ser realmente la hermana del jefe? Parecía una broma poco probable, considerando el comportamiento serio del jefe. Quizás la Presidenta Fang había descubierto recientemente a su hermano perdido hace tiempo.
—Dar un bono a mi hermana biológica... —Cheng Mohan reflexionó y preguntó—, ¿cuánto sería apropiado?
—¿Eh? —Ruan Nuo realmente no sabía que la Presidenta Fang era la hermana biológica de Cheng Mohan. Si ese fuera el caso, ¿cómo podría ella necesitar dinero?
—Si optamos por 500,000... —Cheng Mohan contempló—, ¿sería eso muy poco?
—¿5, 500,000? —Los ojos de Ruan Nuo se agrandaron. Su bonificación mensual bajo el liderazgo del jefe era de poco más de 100,000 yuanes. Sin duda, una hermana biológica era otra historia...
El corazón de Ruan Nuo se entristeció al pensarlo.