Zhao Quan soltó una risita y dijo:
—Si te alteras tanto, la gente pensará que estás protegiendo a tus cómplices o que temes que el asunto se exponga...
—¡Eres un exagerado! —Gu Panpan apretó los puños. ¡Realmente quería golpearlo. Era un completo abusón!
En ese momento, una voz fría sonó:
—¿Cuántos años tienes, Presidente Zhao? ¿Así que acosas a una joven chica?
Todas las miradas se dirigieron hacia la Presidenta Fang. Era la Presidenta Fang. ¡Había llegado!
La presencia de Fang Yuan trajo un sentido de alivio a todos, especialmente a Gu Panpan, que había sufrido en su departamento antes de la llegada de Fang Yuan.
—Presidenta Fang... —Gu Panpan se sintió agraviada y las lágrimas se le acumularon en los ojos cuando la vio.
—Sécate las lágrimas —Fang Yuan miró a Gu Panpan y dijo suavemente—. Una persona justa no tiene miedo de una sombra torcida.
Gu Panpan obedientemente se secó las lágrimas, sintiéndose reconfortada por el apoyo de Fang Yuan.