Rodeada de fanáticos, Fang Yuan enfrentó una avalancha de solicitudes y halagos.
—Maestra, he compuesto una canción. ¿Sería tan afortunado de recibir su guía? —preguntó un joven.
—Hola, Senén. Soy Wang Jingjing, el ganador del tercer lugar. ¿Puedo tener el honor de aprender de usted? —intervino otro.
—Maestra Qingyin, su improvisación fue increíble. ¡Soy un fanático devoto y puedo tocar todas sus canciones! —exclamó otro admirador.
—Maestra Qingyin, ¿puedo tener un autógrafo? —pidió un fanático.
—¿Podríamos tomar una foto juntos, Maestra Qingyin? —sugirió otro.
La rodearon, manteniendo una distancia respetuosa mientras la observaban atentamente, esperando ansiosamente una respuesta.
Fang Yuan miró a sus padres a la distancia y habló suavemente —Lo siento, todavía tengo algo que atender hoy. Hagamos como si no me hubieran visto aquí.
—¡Vale, vale!
—Como la maestra lo dijo, definitivamente no difundiremos ningún rumor —aseguraron algunos.
