Después de completar su actuación, Fang Yuan tomó el micrófono del anfitrión y habló con calma —Compuse esta canción para los sobrevivientes del terremoto del año pasado, así que puedo tocarla sin consultar la partitura—. ¡Era una evidencia irrefutable!
Abajo del escenario, Fang Liguo y Song Ling se sintieron como si les hubiera caído un rayo. Era inimaginable que Maestra Qingyin fuera su hija. ¿No se suponía que carecía de cualquier talento especial? ¿No estaba fría todo el día? ¿Cuándo aprendió a tocar el piano y se convirtió en Maestra Qingyin? Habían oído que alguien una vez ofreció una suma considerable por una canción compuesta por la Maestra Qingyin, y esta declinó —esta persona que declinó era Fang Yuan.
Cheng Yuqi tampoco había anticipado que Fang Yuan fuera la Maestra Qingyin. Basándose en su actuación reciente, evidentemente era más hábil que cualquier otra persona que Cheng Yuqi había encontrado antes. ¡Y acababa de mostrarlo frente a ella —era vergonzoso pensarlo!