—Está bien, entiendo. No hemos comido tu comida en casa desde que Yi está contigo —comentó Qiao Xinhui.
Fang Yuan se quedó momentáneamente sin palabras, sintiendo de repente un toque de dolor.
—¡Tómense su tiempo para comer y disfruten! ¡Vuelvan a casa cuando terminen! —Qiao Xinhui quería tener una conversación más larga con su hija, pero le preocupaba volverse molesta. Añadió apresuradamente—. No pasa nada especial en casa. ¡Cuelga rápido!
—Está bien —Fang Yuan terminó la llamada y se volvió hacia el hombre a su lado que parecía acongojado—. ¿Qué pasa ahora?
—¿Puedes evitar usar mi nombre completo en el futuro? —preguntó Bo Yi—. ¿Cuándo te oiré llamarme 'Cariño'?
Fang Yuan no estaba de humor para esto.
—Puedes llamarme 'Yi' —insistió Bo Yi.
—... —Fang Yuan no podía hacerse a la idea de decirlo—. Creo que 'Bo Yi' suena bastante bien.
—¡Tonterías, 'Cariño' suena aún mejor! —insistió Bo Yi.
—¿Podemos tener una conversación seria? —se preguntó Fang Yuan.