Qin Ran estaba en su habitación en el piso de arriba.
Había pasado la noche anterior ocupándose de asuntos del ICNE y prácticamente no había dormido. Tampoco descansó en el avión.
Fue solo después de llegar al Continente M que se relajó un poco.
Siempre había tenido un sueño ligero.
Los golpes en la puerta no eran fuertes, pero ella los oyó. Se levantó para abrir.
Cheng Juan estaba en la puerta, apoyado en el marco.
—¿Ya volviste? —Qin Ran miró la hora en su reloj. Cheng Shui había hecho parecer que no regresaría tan pronto.
Cheng Juan no dijo una palabra. Simplemente agarró su mano y entró.
No había nadie en el piso de arriba.
Cheng Wenru, Cheng Shui y los demás pensaron que no era un buen momento para subir.
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Abajo.
El líder Du todavía no estaba al tanto. —Señor Cheng Shui, Jefe...
Cheng Shui lo miró y dijo profundamente:
—La cuñada está aquí.
Los ojos del líder Du se iluminaron. —¿La señorita Qin está aquí?
Cheng Shui asintió.
