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—Jerry estaba atónito.
Luego, dio un paso atrás. Era bueno insultando a los demás, pero también sabía ser respetuoso —Señorita Qin.
Aparte de Cheng Juan, el prestigio de Qin Ran se había establecido entre estas personas solo por la actitud de los líderes y los aterradores Cheng Shui y Cheng Huo.
Tang Qing se giró y miró fijamente a Qin Ran.
Qin Ran se bajó la gorra y levantó exquisitamente las cejas —No hay necesidad de ser tan cortés. Hoy no soy la protagonista.
Detrás de ella, Shi Liming llevaba gorra y máscara, y solo unas pocas personas podrían reconocerlo por su figura únicamente.
Qin Ran y los demás habían venido obviamente por ellos, así que Jerry apretó los labios y preguntó —Señorita Qin, ¿hay algún problema?
Todo el mundo en la mansión sabía que a Qin Ran le gustaba jugar.
¿Había venido a echar un vistazo al campo de entrenamiento?
Shi Liming dio un paso hacia adelante pero no respondió.
No muy lejos, un joven se apresuró a acercarse.
