—Escuchando las palabras de Lin Siran, Xu Yaoguang miró a Qin Ran, que sostenía su cabeza irritada y giraba un bolígrafo. Él era una persona tan calmada y compuesta, que incluso él no pudo reaccionar a tiempo.
—No pude hacer esta pregunta. Pero cuando la estaba entregando, Ran Ran me ayudó a completarla —Lin Siran parecía ver que Xu Yaoguang estaba sorprendido y ladeó la cabeza para explicar.
—La física no era lo mismo que el chino, especialmente al llenar los espacios en blanco. Esta pregunta era imposible de empezar siquiera a resolver y el tiempo apremiaba, así que Lin Siran solo le echó un vistazo y la saltó.
—Cuando entregó el papel más tarde, Lin Siran ni siquiera había hecho muchas preguntas importantes, ¿cómo iba a preocuparse por llenar las preguntas en blanco?
—Lin Siran sentía que Qin Ran tenía un trastorno obsesivo-compulsivo. Ella llenaba el papel cada vez y no dejaba ningún espacio en blanco, y ni siquiera podía soportar verla dejar una pregunta sin respuesta.