—Qin Ran subió sus mangas y estrechó sus ojos ligeramente mientras miraba a Jiang Han, riendo en voz baja.
—De repente, la piel de gallina en el cuerpo de Jiang Han se erizó y sintió un instinto de peligro. Sus pupilas se contrajeron y trató de dar un paso atrás, ¡queriendo escapar!
—Sin embargo, antes de que Jiang Han pudiera retroceder, toda su persona fue estrangulada por una fuerza enorme, y fue violentamente arrojada contra la pared por el cuello.
—Casi no había fuerza en el cuerpo.
—Qin Ran sostuvo a Jiang Han con una mano, estiró las piernas y derribó a las otras dos chicas al suelo. Miró a la última chica, levantó una ceja y sonrió. "¿Quieres probar esto también?"
—Chicas y chicos de esta edad eran despiadados en sus acciones, y en los ojos de Qin Ran, eran solo blancos fáciles.
—Dejen de pelear—detrás, alguien le jaló la manga.
—Era Pan Mingyue.
—Qin Ran no habló. Solo miró hacia abajo a Jiang Han sin expresión.
—Las cejas de Jiang Han estaban frías y sudorosas. La chica en frente tenía su cabello recogido, y algunos mechones de cabello caían al lado de su cara y se detenían en su boca.
—Sus ojos eran bonitos, pero sus pupilas parecían teñidas de sangre. Su mirada era aterradora y hacía que la gente sintiera escalofríos.
—Todos en el otro dormitorio se enteraron de este cambio.
—Wu Yan también estaba un poco asustada, pero miró a Jiang Han y a las demás, se paró en la puerta y dijo: "Qin Ran, no te vuelvas loca. Voy a buscar al anfitrión..."
—Qin Ran abrió la puerta de al lado.
—Pa— —Cuando la puerta golpeó la pared, rebotó con fuerza con un ruido estrepitoso.
—No solo Wu Yan tenía miedo de hablar, sino que todo el piso también estaba en silencio.
—Qin Ran era un poco más alta que Jiang Han. Soltó la mano que estaba contra su cuello, bajó ligeramente la cabeza y sonrió suavemente.
—Después de un largo rato, bajo la mirada atemorizante y algo extraña de Jiang Han, soltó sus manos y lentamente bajó sus mangas enrolladas.
—Fue a recuperar su taza de Lin Siran.
—Todavía con los ojos inyectados en sangre, antes de irse, se giró ligeramente y sonrió maliciosamente a Jiang Han: "Ocúpate de tus asuntos y come más".
—Tomó la taza y caminó hacia su dormitorio sin ninguna prisa.
—Las chicas restantes paradas en el pasillo eran como conejos blancos asustados, saltando para abrirle paso.
Casi todas las chicas en el pasillo se encogieron en la puerta del dormitorio y la miraron entrar a la habitación. Ella fue la primera chica que se atrevió a meterse con Jiang Han.
Durante algunos minutos, ninguna de ellas pudo volver a sus sentidos y estaban extremadamente tranquilas.
Después de que Lin Siran se duchó, no vio a Qin Ran en el dormitorio. Frunció el ceño y no la vio hasta que llegó al balcón.
Vio a Qin Ran sentada en el balcón con la espalda hacia ella, sus piernas colgando ligeramente.
Lin Siran se asustó tanto que su corazón de repente se detuvo. —¡Ran Ran!
Qin Ran había oído su ruido y entrecerró ligeramente los ojos, su mirada estrechándose. —¿Por qué te estás poniendo en pánico?
Todavía había un cigarrillo sin encender en su boca, y balanceaba sus piernas sin cuidado. La escena nocturna la empapaba mientras pensaba en algo.
Lin Siran no respondió.
Qin Ran de repente se rió en voz baja. Ella extendió su mano, saltó hacia atrás y lanzó el cigarrillo al cubo de basura. —Volvamos a dormir.
Lin Siran se tocó el corazón y suspiró aliviada. —Ran Ran, fuiste tan impresionante.
Se refería a lo que acababa de suceder.
Realmente nunca había visto a ninguna chica hacer temblar a Jiang Han hasta ese punto.
Qin Ran fue al dormitorio, sus manos detrás de la cabeza. No dijo nada.
Tomó un tiempo largo para que Lin Siran escuchara sus cuatro palabras, tenues y frías. —No soy un Dios.
**
Una villa en alguna parte de Yun Cheng.
Cheng Juan sostenía un cuchillo y estudiaba el maniquí.
Escuchó a Lu Zhaoying abrir la puerta en pánico. —Maestro Juan, Maestro Juan, hay... hay...
Cheng Juan se giró sin expresión, apuntó su delgado bisturí hacia Lu Zhaoying y ladeó la cabeza. —¿Puedes pagar mi maniquí si lo rompes?
Lu Zhaoying guardó silencio.
El Joven Maestro Cheng había gastado cinco millones en personalizar modelos de cuerpo humano, e incluso los vasos sanguíneos habían sido simulados claramente. Podía pagarlo, pero ya era otra cosa si podía encontrar a alguien para ayudar a personalizar los modelos de cuerpo humano…
Se detuvo, luego dijo, —La orden fue devuelta...
Cheng Juan retiró su daga. Una ráfaga de viento alzó la esquina de su camisa suavemente. —¿Por qué no lo dijiste antes?
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Lu Zhaoying: "..."
—Aunque era último año, la Primera Escuela Media no tenía clases complementarias durante las vacaciones. Las habían tenido anteriormente, pero después de que los padres de algunos estudiantes lo reportaron al Buró de Educación, se detuvieron completamente.
En los últimos dos días, Qin Ran estaba libre excepto por cuando iba a su trabajo de medio tiempo en la tienda de té de burbujas.
El sábado temprano en la mañana, Ning Qing la llamó varias veces seguidas, pero no respondió.
Qin Ran tomó su mochila y fue directamente al hospital para ver a Chen Shulan.
Chen Shulan vivía en la sala VIP del hospital y tenía cuidado especial. Cuando Qin Ran llegó, su tía estaba alimentando a Chen Shulan con sopa.
Mu Ying estaba sentada en una silla lateral jugando con su teléfono móvil.
Mu Nan estaba sentado en el otro lado cortando una manzana con un cuchillo de frutas.
Qin Ran entró inmediatamente, pero se quedó fuera de la ventana de cristal mirando a Chen Shulan por un rato.
Chen Shulan se había casado temprano con su abuelo, pero tuvo a sus hijos tarde. Tuvo su primer hijo en sus treintas.
Ahora estaba cerca de los ochenta.
A medida que las personas envejecen, sus órganos comienzan a degenerarse, y luego aparecen diversas enfermedades.
Qin Ran tenía maneras de ayudar con las piernas de Ning Wei, pero frente a la muerte natural, enfermedades y diversos fallos de órganos, incluso Qin Ran se sentía impotente.
Qin Ran abrió la puerta y entró. El espíritu de Chen Shulan mejoró de inmediato.
—Ran Ran, le pedí a tu madre que trajera estas cosas. Guárdalas —los dedos de Chen Shulan temblaban y estaban inestables al sacar un montón de papeles de debajo de la almohada y dárselos a Qin Ran.
Qin Ran miró hacia abajo. El montón de papeles eran notas que ella había arrugado en la basura antes.
Escritas todas casualmente.
No esperaba que su abuela las recogiera y las guardara bien.
Al ver que no tenía reacción, Chen Shulan no pudo evitar jalar la mano de Qin Ran y meter los papeles en su mano —Chen Shulan era mayor y tenía mala memoria, pero aún recordaba cómo el maestro de la capital imperial había mirado esas notas.
Como si fueran una joya.
Si hubiera sido otro padre, definitivamente habrían forzado a su hijo a aprender.
Pero Chen Shulan era diferente. Incluso estaría feliz si Qin Ran no se casara, así que todo eso eran solo asuntos triviales.
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—Prima, ¿qué es esto? —Cuando Mu Ying vio a Qin Ran llegar, guardó su teléfono y se acercó.
Solo vio el papel.
Y no pudo ver claramente lo que estaba escrito.
—Nada —Qin Ran enrolló los papeles y los metió en el bolsillo de su uniforme escolar—. Ella dijo con ligereza.
Aunque Mu Ying tenía curiosidad, no preguntó mucho y solo se sintió extraña.
Acompañaron a Chen Shulan en el hospital hasta el mediodía, y solo cuando Qin Ran se fue a trabajar a la tienda de té de burbujas se fue también.
**
El sábado, Qin Yu aún venía a la escuela para practicar el violín.
Qin Yu tenía una presentación en el aniversario de la escuela.
Entre semana, usualmente un conductor la llevaba. Esta vez, sin embargo, Lin Wan quiso despedir a Qin Yu personalmente, así que lo acompañó, y Ning Qing solo pudo acompañarlos.
El auto podía entrar al campus el sábado.
Pero cuando pasaron por la puerta, Qin Yu quiso beber té con leche.
Los tres salieron del auto.
El conductor bajó a hacer cola para comprar té con leche para Qin Yu.
—Qin Yu tomó el brazo de Lin Wan, sonrió e introdujo la situación actual en la Primera Escuela Media.
Por el rabillo del ojo, vio una figura familiar en la tienda de té de burbujas. —Qin Yu se quedó atónita por un momento.
—Lin Wan notó que Qin Yu tenía una expresión extraña. —¿Qué pasa? —Ella preguntó, siguiendo su mirada.
—Mamá, ¿por qué está aquí hermana? —Qin Yu miró a Ning Qing.
Ning Qing ya la había visto. Estaba pálida y frunció los labios, antes de caminar con pasos apresurados hacia la tienda de té de burbujas con ojos gélidos.
Qin Ran se apoyaba en el lado de la barra, su cabeza baja y calmadamente colocaba una taza de té de burbujas en la mesa.
Ning Qing apretó los dedos con fuerza. Agarró su bolso de 30,000 yuanes y apretó los dientes. —¿Qin Ran, qué estás haciendo? ¿No te di dinero?
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