—Solo tú puedes ayudar a la familia Xu —hizo una pausa el mayordomo Xu y suspiró—. Tú…
En este momento, la situación en Beijing era complicada.
Si hubiera sido unos días antes, Qin Ran quizás no iría.
Sin embargo, después de escuchar el análisis de Cheng Juan anoche, Qin Ran tenía sentimientos encontrados sobre las familias Xu y Qin.
Especialmente respecto al Anciano Xu.
Tomó un sorbo de leche antes de decir:
—Espérame una hora.
Después de eso, colgó el teléfono.
Cheng Juan colocó el pan tostado frente a ella.
—¿Vas a ir al Continente M?
—La familia Xu se metió en problemas —Qin Ran lo pensó y no se le ocurría ningún problema en el Continente M. Preguntó a Cheng Shui:
— ¿Ha habido algún problema recientemente en el Continente M?
—De hecho, hay uno. Escuché que el Presidente de la Alianza de Hackers ha sido cambiado —Cheng Shui se sentó al otro lado y mordió su pan—. Matthew está ocupado de nuevo.
Qin Ran asintió. Esto no estaba relacionado con la familia Xu.
