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Después de la comida, Xu Yuan ofreció generosamente varios regalos a Su Ting y Su Ci.
Su Ting, sosteniendo la caja que había sido puesta en sus manos, levantó la vista con una mirada preocupada hacia Gu Dai.
—Simplemente acéptalo —dijo Gu Dai suavemente.
Su Ting asintió, y con una sonrisa hacia Xu Yuan, dijo:
—Abuela, gracias.
—Aquí todos somos familia, no hay necesidad de dar las gracias —movió su mano de forma desdeñosa Xu Yuan.
Su Ci desvió su mirada de Su Ting y Gu Dai hacia Xu Yuan y dijo con calidez:
—Abuela, tengo una reunión esta tarde y debo irme ahora.
—Está bien, Su Ci, asegúrate de venir a comer cuando no estés muy ocupado —asintió Xu Yuan.
Su Ci sonrió en señal de acuerdo, luego se giró y partió rápidamente.
De repente, Xu Yuan notó la caja dejada en el sofá:
—Su Ci se olvidó de llevarse la caja de regalo.
Gu Dai detuvo sus pasos y tras mirar, dijo:
—No puede haber ido muy lejos; veré si puedo alcanzarlo para dársela.
—Yo iré —intervino Su Ting.