—Gu Dai, he descubierto. La persona detrás de Wang Fu y Song Shan es Zhou Lin —anunció Su Ting, concentrándose intensamente en su computadora.
—¿Zhou Lin? —hizo eco Gu Dai.
—Sí, pero parece que Zhou Lin también actúa bajo órdenes de alguien más. Aún no he descubierto quién está detrás de él —asintió Su Ting.
—Déjame revisar —frunció el ceño Gu Dai.
Su Ting le pasó la computadora a Gu Dai.
Con la mirada fija en la pantalla, los dedos de Gu Dai tecleaban rápidamente, líneas de código pasaban velozmente ante sus ojos.
Ella notó un símbolo triangular en la pantalla, un destello de reconocimiento en sus ojos.
—¿Qué es, Gu Dai? —preguntó Su Ting.
—Este es el emblema de la Organización X —habló con gravedad Gu Dai.
—¿Organización X? —sorprendido, preguntó Su Ting.
—Solo había oído hablar de esta organización antes. Las personas en la Organización X siempre han sido poco convencionales, responsables de muchos actos inconcebibles —asintió Gu Dai.