Meng Zhi preguntó:
—Daidai, ¿cuándo aprendiste a programar?
Sin embargo, Gu Dai se quedó inmóvil por un momento cuando escuchó la pregunta de Meng Zhi.
Una imagen de alguien enseñándole con gentileza y paciencia cruzó por la mente de Gu Dai. Pero no podía recordar quién le había enseñado ni cuándo había ocurrido. ¿Y la persona en su memoria, quién era él?
¿Por qué no podía recordar?
Meng Zhi no esperaba que su pregunta casual causara que el rostro de Gu Dai se pusiera pálido. En pánico, llamó suavemente:
—Daidai, Daidai, ¿qué pasa?
Al escuchar la voz de Meng Zhi, Gu Dai poco a poco recuperó sus sentidos. Sacudió suavemente la cabeza para señalar que estaba bien, y se disculpó:
—Lo siento, Tercer Hermano, pero no puedo responder a esa pregunta en este momento.
Meng Zhi rápidamente movió su mano:
—Está bien, está bien. Solo preguntaba casualmente.