La mirada de Shi Nuan se posaba en Gu Dai de vez en cuando. Sus ojos se llenaban de una creciente curiosidad e incertidumbre, profundizando su perplejidad como una sombra que se alarga con la caída del sol.
Gu Dai se había dado cuenta de esto desde el principio, y con un suspiro suave, dijo —Si tienes algo que quieras preguntar, Nuannuan, solo pregunta.
El rostro de Shi Nuan parecía atrapado entre un ceño y una pregunta mientras murmuraba —Daidai, ¿tienes algún rencor con Song Ling de Song Shi? Cuando nos lo encontramos en la puerta antes, te miró tan ferozmente, y sus ojos estaban llenos de interrogación cuando te miraba.
La noche estaba tranquila y la luna una línea en el cielo, mientras Gu Dai giraba sus ojos hacia Shi Nuan y revelaba suavemente —Song Ling es el hombre con el que me casé durante los tres años que perdí mi memoria. Es mi exesposo.
La reacción de Shi Nuan fue de total conmoción. Su cuerpo se congeló y su rostro se llenó de incredulidad.