—Song Ling llamó a Gu Dai. —No te vayas aún; quiero hablar contigo.
—Gu Dai respondió:
—Adelante.
—Song Ling apretó los labios, miró a Su Ting a su lado, y luego dijo:
—Quiero hablar contigo a solas.
—Entendiendo, Su Ting dijo:
—Daidai, te esperaré allá.
—Sin embargo, Gu Dai tomó la mano de Su Ting:
—No hace falta que te apartes.
—Ella dirigió su mirada hacia Song Ling:
—Di lo que tengas que decir aquí. Si tiene que ser dicho a solas, entonces no me interesa escucharlo.
—Song Ling apretó los puños, su mirada helada mientras miraba a Su Ting.
—Tengo una respuesta a lo que me preguntaste aquel día —declaró Song Ling.
—Gu Dai frunció el ceño:
—¿Qué pregunta? Lo siento, realmente no recuerdo cosas que no son importantes.
—Una vena latía en la frente de Song Ling mientras respiraba hondo, tratando de mantener su compostura: