Lin Mo y Xia Yi, familiarizados con el lugar por sus frecuentes competencias, navegaban la pista con facilidad, dejando rápidamente atrás a Shi Nuan.
Gu Dai observaba con ansiedad, sus manos firmemente entrelazadas, las puntas de sus dedos se volvían blancas por la tensión.
Meng Zhi, observando la carrera, comentó: «Si Shi Nuan puede calmarse y hacerse una idea del trazado de la pista, todavía tiene una oportunidad de ganar».
Gu Dai asintió, rezando en silencio para que Shi Nuan no se alterara.
Dándose cuenta de la importancia de mantener la calma, Shi Nuan tomó una profunda respiración, concentrándose intensamente hacia adelante, analizando rápidamente el trazado de la pista.
Gradualmente, se fue familiarizando más con el circuito, su conducción más estable y su velocidad aumentando.
Lin Mo y Xia Yi, al notar que Shi Nuan los alcanzaba, abrieron los ojos incrédulos.
Aprovechando el momento de su distracción, Shi Nuan los adelantó rápidamente.