Su Ting observó la partida apresurada de Gu Dai, frotándose la cabeza irritado. Se culpaba a sí mismo por olvidar llevar un cambio de ropa al baño, lo que inadvertidamente asustó a Hermana.
Quería disculparse con Gu Dai, pero cuando dio un paso adelante, dudó y retiró el pie.
Después de volver a su habitación, Gu Dai tomó un baño y se acostó en la cama, su mente repasaba involuntariamente la escena que acababa de presenciar.
Siempre había visto a Su Ting como un hermano menor, incluso después de su confesión de amor, desestimándola como una ingenuidad infantil. Pero ahora, se dio cuenta de que había crecido; ya no era un niño, sino un hombre.
Gu Dai se cubrió la cabeza con la manta, intentando despejar sus pensamientos, —¡Tengo que trabajar mañana, no hay tiempo para este lío!
Al día siguiente, en el Grupo Gu.
Mientras trabajaba en su oficina, Gu Dai fue interrumpida por un golpe en la puerta.
—Adelante. —dijo, levantando la vista.
