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Song Ling hizo una pausa, confundido —¿Encontrar una manera de perseguir a Gu Dai?
Zhou Ci asintió afirmativamente —En un par de días, habrá un banquete de caridad, y es probable que Gu Dai asista. Creo que es una gran oportunidad para que te acerques a ella.
Song Ling frunció el ceño, su mirada hacia Zhou Ci llena de interrogantes.
—Recuerdo que tú también te gustaba Gu Dai. ¿Por qué tienes tantas ganas de ayudarme ahora? —preguntó Song Ling.
Zhou Ci suspiró suavemente y dijo con indiferencia —Porque he aceptado la verdad de que Gu Dai nunca va a gustar de mí. Y viéndote, mi hermano, en tal dolor emocional, no puedo quedarme de brazos cruzados. Así que pensé en ayudarte.
Song Ling dudó internamente —¿Lo haces de buena fe?
Zhou Ci se rió, ligeramente exasperado, y le dio una palmada en el hombro a Song Ling —Tengo asuntos que atender en mi empresa, así que me voy ahora. La decisión final es tuya.