—¡Bienvenidos todos al Concurso de Bordado de Suzhou organizado por el Grupo Gu! —anunció con emoción el presentador.
Al oír las palabras del presentador, el público estalló en aplausos, sus vítores llenos de exaltación.
—Ahora, permítanme presentar a nuestro juez, la estimada Maestra Zhen Chan —continuó el presentador.
En el momento en que se mencionó el nombre de la Maestra Zhen Chan, los concursantes quedaron atónitos en silencio. Después de unos segundos, recuperaron la compostura y expresaron su incredulidad:
—¡La Maestra Zhen Chan en persona!
—Es realmente la Maestra Zhen Chan.
—Dios mío, la Maestra Zhen Chan es todo un misterio. Nunca imaginé que llegaría a verla algún día.
—¿Quién es la Maestra Zhen Chan?
—¿No sabes quién es la Maestra Zhen Chan? ¡Ella es la renombrada heredera del patrimonio cultural intangible del bordado de Suzhou!
...
Los ojos de Wei Jia brillaron intensamente mientras miraba a Zhen Chan.