Zhao Xuan empujó la puerta y llamó suavemente —Señorita Gu Dai.
Las cejas de Gu Dai se fruncieron levemente. Después de asegurarse de que Gu Yin estaba cómodamente cubierto con una manta, ella se dirigió a la habitación contigua y vacía para hablar con Zhao Xuan —¿Qué te trae por aquí?
Después de un momento de reflexión, Zhao Xuan respondió —El Presidente Song me pidió que preguntara si necesita alguna ayuda.
Gu Dai movió la cabeza —No, no es necesario.
Zhao Xuan dudó, luego suavemente añadió —De acuerdo a mi investigación, podría necesitar un abogado para ayudar a Gu Yin a demandar a su padre, Wen Ye.
Los ojos de Gu Dai se estrecharon, con un atisbo de peligro parpadeando en ellos.
Zhao Xuan continuó —Los abogados de la Corporación Song están entre los mejores en el campo...
Su discurso fue interrumpido por el teléfono de Gu Dai, que sonaba.
—¿Está el abogado arreglado? —Gu Dai preguntó al contestar la llamada.
