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Gu Dai regresó a casa, disfrutando contentamente de su comida, habiendo relegado hace tiempo los pensamientos sobre Song Ling al fondo de su mente.
A la mañana siguiente, recibió una llamada de Gu Yin. La voz frágil y llorosa de Gu Yin suplicó —Prima, sálvame, Papá me golpeó otra vez... ¡Ah!
La expresión de Gu Dai se ensombreció y respondió con urgencia —Yinyin, voy a buscarte ahora mismo. Encuentra un lugar seguro donde esconderte mientras tanto.
Después de colgar, contactó inmediatamente a Chu Min, exigiendo la preparación urgente de un avión privado. Chu Min, percibiendo la urgencia en su voz, rápidamente accedió sin cuestionar el motivo.
Gu Dai también organizó que alguien localizara la posición en tiempo real de Gu Yin.
Horas después, Gu Dai irrumpió en el Primer Hospital de Chuancheng.
Un grupo de enfermeras se agrupaba, lamentándose en discusión.
—Esa pobre niña, golpeada hasta sangrar por su padre, con múltiples fracturas y un trauma craneal severo...
