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Wang Lan, volviendo a casa furiosa, se desplomó en el sofá.
—Mamá, ¿por qué me has llamado de repente? —preguntó Song Yu, impaciente.
Ella estaba pasándola genial con sus amigos en un bar, y ser convocada a casa por Wang Lan había agriado su humor, el cual solo empeoró al ver el estado de Wang Lan.
—¡Estoy furiosa! ¡Hoy ha sido completamente exasperante! Salí con Sheng Xin por el matrimonio de tu hermano, esperando profundizar su relación, pero terminamos encontrándonos con esa pu*a Gu Dai! —bufó Wang Lan.
—¿Gu Dai? —pausó Song Yu su inspección de uñas.
Después de servir un vaso de agua para Wang Lan, se lo entregó.
Wang Lan tomó un sorbo, intentando calmar su ira, y continuó:
—Sí, Gu Dai arruinó todo. Por su culpa, mi imagen frente a Meng Chuan está manchada.
—¿Meng Chuan? ¿El estrella de cine Meng Chuan? Mamá, ¿conseguiste su autógrafo? ¡Debes haberlo hecho, verdad? ¡Muéstrame! —saltó Song Yu del sofá, preguntando incrédula.
