Chapter 21 - Pateado

Song Ling dudó, sin saber si debía hablar o no. Sin embargo, a Gu Dai y Su Ting no les importó la lucha interna de Song Ling, ni siquiera le echaron una mirada.

Gu Dai miró hacia arriba a Su Ting y dijo —Estoy muy somnolienta.

Tan pronto como terminó de hablar, bostezó.

Su Ting respondió rápidamente —Te llevaré a casa a descansar.

—De acuerdo. —Gu Dai asintió obediente y luego abrió sus brazos para que Su Ting la sostuviera.

Inicialmente, él tenía la intención de llevarla a cuestas, pero no esperaba que pudiera sostenerla en brazos en su lugar. La cara de Su Ting se iluminó con una sonrisa brillante.

Si fuera una amapola, definitivamente estaría moviendo la cola ahora de felicidad.

Su Ting la rodeó con los brazos y levantó suavemente a Gu Dai en sus brazos.

Song Ling acababa de pensar en una razón para hablar, pero antes de que pudiera decir algo, vio las acciones de Su Ting. Sus ojos parpadearon, tornándose lentamente rojos.

Song Ling apretó los dientes y dijo —Sabía que ustedes dos estaban juntos desde hace tiempo. No esperaba que Gu Dai fuera tan capaz, enredándose con otro hombre antes del divorcio. Déjame decirte, no solo estás tú a su alrededor. He visto a otro hombre con mis propios ojos. ¡Ten cuidado de no convertirte en un sustituto!

Su Ting originalmente no quería molestarse con Song Ling y planeaba irse directamente, ya que Gu Dai estaba somnolienta y no podía ser retrasada. Sin embargo, no esperaba que él dijera tales cosas sobre Gu Dai.

Su Ting miró a Song Ling con una expresión hostil, su rostro cada vez más descontento.

Song Ling también devolvió la mirada a Su Ting, solo para darse cuenta de que en realidad era unos centímetros más bajo que Su Ting. Con esta realización, su manera imponente se disipó y su mirada vaciló.

No obstante, Song Ling aún intentó mirar fijamente a Su Ting como si pudiera borrar su anterior vacilación.

Pero Su Ting no le dio a Song Ling la oportunidad de seguir mirándolo. Directamente pateó a Song Ling.

—No importa que solo haya un hombre al lado de mi hermana, incluso si hubiera cien hombres alrededor de ella, estaría dispuesto a hacer cola y esperar por ella. Después de todo, no todos tienen la oportunidad de estar a su lado —respondió a las palabras previas de Song Ling—. Por ejemplo, tú, no tendrás esa oportunidad en esta vida.

Después de dejar estas palabras atrás, Su Ting se llevó a Gu Dai sin mirar atrás.

—¿No hay oportunidad de hacer cola? Qué broma, aunque tuviera que morir en esta vida, ¡jamás me gustaría Gu Dai, y mucho menos hacer cola por ella! —Song Ling golpeó el suelo enojado y apretó los dientes mientras los veía irse, bajo su aliento, murmuró.

Song Ling recuperó su racionalidad después de la frase. Miró alrededor y notó que mucha gente lo observaba. Al darse cuenta de esto, estaba tan furioso que su rostro se puso rojo, y no pudo evitar gritar:

—¿Qué miran? ¿Qué tiene de interesante?!

Chu Min regresó después de hacer una llamada telefónica, solo para ver a Song Ling gritando estas palabras.

Aunque intentó contenerse, al final no pudo evitar acercarse, fingiendo sorpresa:

—Vaya, Young Master Song es una persona tan higiénica, ¡incluso tumbado en el suelo para limpiar el piso del bar!

Song Ling miró fijamente a Chu Min, rechinando los dientes en un estado de ira:

—No te pongas tan orgulloso. Gu Dai acaba de ser llevada por Su Ting, y hasta le estaba pidiendo que la sostuviera.

Mientras decía esto, Song Ling seguía observando a Chu Min, queriendo ver su reacción de ira.

Sin embargo, las cosas no se desarrollaron como Song Ling había imaginado.

Chu Min de hecho tuvo una reacción emocional significativa, pero no estaba enojado, sino sorprendido:

—¿Qué? ¿Fue llevada por ese chico Su Ting? ¡Solo me he ido por un corto tiempo!

Chu Min se dio la vuelta y caminó hacia la entrada del bar. Sin embargo, después de unos pasos, pareció pensar en algo, se detuvo y volvió la mirada hacia Song Ling.

Song Ling notó la mirada de Chu Min y hasta sintió peligro. Antes de que pudiera reaccionar, Chu Min ya se le había acercado y lo pateó.

—Ay —Song Ling gritó de dolor.

Estaba muy cerca de poder levantarse después de la patada, pero ahora Chu Min añadió otra más y colapsó de nuevo al suelo.