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Cuando eran recién casados, Gu Dai se acercó a él tímidamente, preguntándole si podían cambiar sus artículos del hogar por otros de temática de pareja.
Song Ling recordó lo fríamente que le había respondido a Gu Dai en aquel entonces—Me casé contigo porque mi abuelo me obligó. ¡Ni siquiera pienses en hacerme cambiar mi estilo de vida establecido para adaptarlo a ti!
En ese momento, Gu Dai se quedó helada, sosteniendo las tazas de pareja que había preparado, con los ojos teñidos de rojo.
Verla al borde de las lágrimas solo le irritaba más. Arrebatándole las tazas de las manos, las rompió contra el suelo con todas sus fuerzas, salió de la habitación y cerró la puerta de un portazo detrás de él, dejando solo caos a su paso.
Jiang Yue soltó una carcajada al notar la mirada distante de Song Ling. Sacudió su brazo tímidamente—Hermano Song Ling, ¿podemos por favor?
