De alguna manera, la filmación de hoy terminó con éxito. Han Yu sentía que su corazón no podía soportar más altibajos.
Jiang An y Zou Bai también se habían ido a casa después de ver las estrellas. En ese momento, los niños todavía estaban despiertos. Pingüino estaba jugando al escondite con ellos.
Fue Jiang Yu quien inmediatamente notó que sus padres habían regresado y corrió rápidamente a recibirlos.
Aunque Jiang Yi fue un poco más lento, también se lanzó sobre Zou Bai.
Él atrapó a los dos niños y los levantó. —¿Qué hicieron en casa?
—Jugamos al escondite con la hermana Pingüino. Ella no pudo encontrarnos —dijo Jiang Yu.
—Hice un rompecabezas por un rato, luego jugué al escondite con mi hermana —dijo Jiang Yi.
No eran el tipo de niños que dependían particularmente de sus padres. Incluso si sus padres no estaban, podían cuidarse a sí mismos. Eran extremadamente buenos para entretenerse solos.
—Mamá, ¿qué estrellas vieron? —Jiang Yu abrazó el cuello de Jiang An y preguntó.
