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Jiang An también había oído hablar de la conmoción del lado de Tan Si, pero no se lo tomó a pecho. Ahora estaba escuchando las opiniones de los niños sobre sus cumpleaños.
Jiang Yu y Jiang Yi se sorprendieron de que su madre les preguntara. Después de todo, los pensamientos de los niños siempre eran los menos importantes.
Los dos niños estaban muy contentos con las acciones de su madre. Jiang Yu la rodeó y dijo:
—Quiero un vestido de princesa, un pastel rosa y una corona como en los dibujos animados.
Jiang Yu siempre había gustado de las cosas brillantes, así que Jiang An no se sorprendió por sus ideas. Luego, se volvió hacia Jiang Yi:
—¿Tienes alguna idea? —preguntó.
Jiang Yi sacudió la cabeza y dijo:
—No tengo ideas. Haz lo que diga Pequeña Pluma.
Jiang An sintió que esto no debería ser así. Jiang Yi definitivamente tenía un cumpleaños que deseaba en su mente, pero estaba eligiendo no decirlo por alguna preocupación.
