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Si Jiang An aún lo amaba, todavía había posibilidad de obtener su apoyo.
Sin embargo, a juzgar por la actitud de Jiang An hacia él, si realmente entregara las acciones, probablemente iría a apoyar a alguien más.
Si Cheng vaciló y no supo que decir. Si rechazaba esta sugerencia, lo que había dicho antes se convertiría en una broma.
Mi Na rápidamente lo ayudó
—Esas son las acciones de la familia Si. Si Cheng no puede darlas a cualquiera sin más. ¿Va vuestra familia Jiang a dar las acciones a los dos niños? —inquirió.
Li Mei sonrió al escuchar esto.
—Los negocios de nuestra familia Jiang le pertenecerán todos a An'an en el futuro. Naturalmente, serán para los dos niños. Eso es mucho más valioso que unas acciones —aseguró con confianza.
Esa frase fue como un trueno que despertó a todos en la sala del banquete.
Algunas personas incluso se preguntaban si había algo mal con sus oídos. Realmente habían oído decir a Li Mei que dejarían los negocios familiares a Jiang An.
