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Para Zou Bai era la primera vez que hablaba con Jiang An sobre el trabajo.
—He visto los dos papeles que interpretaste. Los guiones que escogiste no estaban mal. La complejidad de los personajes que interpretas también es muy alta. Es demasiado tarde para que seas un Dao Madan, pero en cuanto a Da Qingyi, creo que todavía tienes mucha esperanza.
Jiang An inclinó ligeramente la cabeza y miró a Zou Bai.
—¿Estás diciendo la verdad? —preguntó.
Zou Bai sonrió.
—¿Crees que soy el tipo de persona que no puede diferenciar entre asuntos públicos y privados y distorsiona los hechos?
Jiang An realmente lo pensó seriamente durante un rato. De repente, sonrió y levantó la cabeza.
—No lo creo. Creo que debo ser al menos un poco capaz —dijo.
Jiang An se elogió sin vergüenza. Es posible que no haya tenido mucha confianza en el pasado, pero en las últimas dos veces, su papel había atraído de hecho a muchos fanáticos y fue reconocido por algunos directores en la industria.
