Las palabras de Zou Bai eran sinceras y serias. Jiang An estaba ansioso. —También puedo no casarme. ¡También puedo cuidar bien de los niños!
Los ojos de Zou Bai revelaron un atisbo de sorpresa. —¿De verdad no planeas casarte?
Jiang An asintió con entusiasmo. —De verdad.
Zou Bai mostró un atisbo de pesar. —Realmente no quiero casarme, pero mi familia tiene prisa. Estoy muy feliz de saber sobre la existencia de Little Wingsy y Pequeña Pluma en este momento. También tengo la responsabilidad de cuidar de ellos. Jiang An, espero que puedas entender mis pensamientos como padre. Me he perdido demasiado de su crecimiento anterior. Espero poder participar más en el futuro.
Jiang An escuchó las palabras de Zou Bai. Dejando de lado los derechos de custodia por el momento, definitivamente no dejaría de ser parte de la vida y el crecimiento de los niños. Su carita estaba a punto de arrugarse.
